La periodontitis es una enfermedad que comienza con una inflamación e infección de los ligamentos y huesos que si no se diagnostica a tiempo, puede acarrear graves problemas.
Se trata de un trastorno que puede comenzar en la adolescencia y seguir en la edad adulta.
Es importante estar atento a los síntomas puesto que esta afección que en un principio puede parecer insignificante puede terminar la perdida de los dientes.
La periodontitis, comienza con una inflamación en las encías (gingivitis). Al no tratarse la inflamación y consecuente infección va llegando con el tiempo a los soportes fundamentales de los dientes: ligamentos y huesos, provocando una pérdida paulatina de ellos. Con el tiempo esta pérdida de soporte hace que los dientes se aflojen y puedan caerse.
Sin duda la principal causa de esta dolencia es la placa, el sarro y las bacterias que contiene. El sarro se acumula en la base de los dientes provocando daños alrededor de este. Las bacterias empeoran la situación pues en ocasiones dan lugar a infecciones y hasta abscesos dentales, contribuyendo aún más al aumento de la tasa de destrucción ósea.
Los síntomas
La gingivitis por lo general hará que las encías tengan un aspecto color rojo púrpura y una textura blanda e inflamada. También es muy común el mal aliento y en ocasiones sangrado de encías. Los depósitos de placa y el sarro se pueden ver en la base de los dientes y las radiografías dentales revelan la pérdida del hueso de soporte y también pueden mostrar la presencia de depósitos de placa bajo las encías.
Por lo general este trastorno no provoca dolor en las encías pero los dientes suelen estar más flojos y las encías retraídas, exponiendo la base de los dientes.
En cuanto al tratamiento
Cuando hablamos de tratamiento, es fundamental indicar que el mejor de ellos es sin duda la prevención. Como explicábamos en el comienzo del texto, esta afección comienza con una gingivitis con lo que un diagnóstico a tiempo reducirá el riesgo de padecer en un futuro gingivitis. Para ello las revisiones son fundamentales también una buena higiene bucal con uso de hilo dental y de manera esporádica una limpieza dental profesional.
En el caso de ser diagnosticado con esta dolencia existen tratamientos para frenar y tratarla. Por un lado serán necesarias realizar tres limpiezas profesionales al año.
El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, eliminar las bolsas en las encías y tratar cualquier causa subyacente de la enfermedad periodontal. Además, se deben reparar las superficies ásperas de los dientes o los aparatos dentales.
Por otro lado, cirugía puede ser necesaria en algunos casos para para abrir y limpiar las bolsas profundas en sus encías, brindar soporte a los dientes flojos o extraer uno o varios dientes, de manera tal que el problema no empeore y se propague a los dientes adyacentes.
Nuestra dentadura es un tesoro que tenemos que cuidar y proteger, pues nos ha de acompañar de por vida. La mejor manera para ello es mimarla con una buena higiene y acudiendo a las revisiones dos veces al año.